Renacimiento
Hace ya varios años (más de los que me gustaría admitir) comencé con un pequeño proyecto personal (este blog), que debido a mi desidia y falta de inspiración inmediata se vio truncado justo después de dar su primer paso.
Me di cuenta con el pasar del tiempo que no puedo esperar a que la inspiración me ilumine agresivamente como cuando uno mira la pantalla del celular mientras se yace boca arriba en la cama y éste se resbala como agua entre los dedos, dándonos una buena sacudida cerebral (o nasal, dependiendo de dónde se reciba el trancazo); más bien se requiere tiempo, del cual gozo actualmente, y disciplina, de la cual siempre he carecido.
Sin embargo, sucedióme una de esas cosas que pocas veces me ha movido a hacer algo además de sobarme la parte de la cara golpeada por el teléfono. Dicho suceso me hizo recordar mi gusto por coleccionar historias (afición sobre la que espero escribir pronto), y me hizo desempolvar aquellas viejas notas que guardan en la parquedad de sus palabras algunos relatos de los cuales quisiera escribir.
Las personas que me conocen bien saben que no me gustan los spoilers de ningún tipo, ni los relacionados a historias verbales o escritas, así que por ahora dejaré este acontecimiento como un misterio, y el desenlace del relato sobre el renacimiento de este proyecto yacerá provisionalmente en la imaginación de mis n lectores (con la posibilidad de que n sea igual a cero).