miércoles, 16 de agosto de 2017

Renacimiento

Hace ya varios años (más de los que me gustaría admitir) comencé con un pequeño proyecto personal (este blog), que debido a mi desidia y falta de inspiración inmediata se vio truncado justo después de dar su primer paso.

Me di cuenta con el pasar del tiempo que no puedo esperar a que la inspiración me ilumine agresivamente como cuando uno mira la pantalla del celular mientras se yace boca arriba en la cama y éste se resbala como agua entre los dedos, dándonos una buena sacudida cerebral (o nasal, dependiendo de dónde se reciba el trancazo); más bien se requiere tiempo, del cual gozo actualmente, y disciplina, de la cual siempre he carecido.

Sin embargo, sucedióme una de esas cosas que pocas veces me ha movido a hacer algo además de sobarme la parte de la cara golpeada por el teléfono. Dicho suceso me hizo recordar mi gusto por coleccionar historias (afición sobre la que espero escribir pronto), y me hizo desempolvar aquellas viejas notas que guardan en la parquedad de sus palabras algunos relatos de los cuales quisiera escribir.

Las personas que me conocen bien saben que no me gustan los spoilers de ningún tipo, ni los relacionados a historias verbales o escritas, así que por ahora dejaré este acontecimiento como un misterio, y el desenlace del relato sobre el renacimiento de este proyecto yacerá provisionalmente en la imaginación de mis n lectores (con la posibilidad de que n sea igual a cero).

sábado, 17 de mayo de 2014

La Enésima Palabra

No soy una persona que se distinga por recordar muchas cosas, o retener detalles. De hecho suelo olvidar casi todo, a veces incluso cosas importantes. Mi sentido de la orientación tampoco es el mejor del mundo. Digo, uno no necesita ser una especie de GPS, pero al menos sería bueno saber por dónde se asoma el sol por las mañanas, y por dónde se despide cubriéndose con el horizonte después de su ritual de colores con el cielo vespertino.

Por cierto, olvidé a qué va todo ésto. Ah sí, empezaré a escribir un blog.

Como conozco el proceder de mis procesos cerebrales relacionados con la memoria, empecé una costumbre de escribir pequeñas notas que me ayudaran a evocar aquellos episodios que quisiera recordar, por buenos o malos que fueran. Ahora que tengo ya una pequeña colección de esas notas, me gustaría sazonarlas un poco y ¿por qué no? decorarlas también para poder servirles una pequeña degustación de lo que son mis días y a qué me saben.

Espero que un ejercicio como éste haga que tanto yo como las personas que me lean, conozcamos un poco mas de mí, y que aquellos que gusten hacer el ejercicio de leerme encuentren la experiencia tan entretenida como yo.

Pues empezaré pues, hasta llegar a la enésima palabra.